lunes, 16 de marzo de 2015

7: UN MARKETING BRILLANTE

"La publicidad se basa en una cosa, la felicidad. Y, ¿sabes lo que es la felicidad? La felicidad es el olor de un coche nuevo. Es ser libre de las ataduras del miedo. Es una valla en un lado de la carretera que te dice que lo que estás haciendo lo estás haciendo bien."-Don Draper, personaje de ficción de Mad Men.

LA GRAN EXCEPCIÓN.

Al comienzo de mis lecciones de marketing, (y como comenté en mi primer artículo de este blog, que podéis ver aquí), tras analizar el marketing actual se llega a la conclusión de que en la sociedad post-industrial que vivimos predomina un marketing social, un marketing a largo plazo. En este tipo de marketing los valores y la ética son el centro del sistema. Sin embargo, se me ocurre una chocante excepción: los diamantes.  ¿Es que acaso se te ocurre algo menos ético que los diamantes? 



Imperialismo moderno, “diamantes de sangre”, guerras, lujos innecesarios mientras la gente que los extrae vive y muere en condiciones de violencia extrema. Si verdaderamente predomina el marketing ético social, ¿cómo se explica que según el estudio de Bain & Company “The Global Diamond Report 2014” la demanda registre un crecimiento del 4,2%? Los principales consumidores de este bien del más absoluto lujo son E.E.U.U. (liderando el mercado con diferencia), China e India; según el estudio de la Industria Mundial del Diamante.


Fotograma de Diamantes de sangre (2006).

Gráfico reflejando las predicciones de la demanda mundial de diamantes, extraído del estudio.


Esta es la situación actual, pero nos encontramos en una transición. El consumidor empieza a desencantarse: por mucho que sea un diamante, ¿vale la pena el sufrimiento humano y medioambiental que acarrea? Es por ello que hoy en día, para afrontar estas preocupaciones del consumidor surgen nuevos productos como los diamantes sintéticos.


Por la información que he podido encontrar, parece ser que el marketing de los diamantes busca apagar el sentimiento de culpabilidad del consumidor alegando que ese diamante es para siempre. Es eterno, durará para toda la vida. El estudio que acabo de mencionar se titula “Diamonds, timeless gems in a changing world” (Diamantes, gemas intemporales en un mundo cambiante) e identifica el hechizo de este producto como un atractivo emocional.





Pero es que el marketing detrás de esta industria es brillante (si me permites el juego de palabras) y lo ha sido siempre. Desde que Marilyn en “Los caballeros las prefieren rubias” pronunció lo que se convertiría en el eslogan mundial de esta industria: “Diamonds are a girl’s best friend” y Audrey desayunaba con diamantes, las mujeres han quedado hipnotizadas por esta piedra. Este lujo es una apuesta segura para muchos y por ello, el consumidor del lujo ignora su conciencia y se deja atrapar por los diamantes.




¡Hasta luego!

Carmen.

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